miércoles, 30 de abril de 2008

Una llave nos separa.


Condenada
a vivir junto
al poste, ella
está. Sin su
asiento y sin
cubiertas.
A todo esto,
un señor de
anaranjado
dialoga con
un "x" en la
puerta de su
comisaría.

1 comentario:

SeisCuerdas dijo...

JaJa que verguenza, lo normal seria que en los alrededores de las comisarias sean las zonas ``mas seguras´´, seguras... seguras...